En pijama, un pijama de gatitos que no sé quien me regaló pero que me gusta porque tiene bolsillos en el pantalón, ojeo el New Yorker mientras pongo el agua a calentar para el té del desayuno.
Yo tengo la misma edad que tú y me siento de una forma parecida- asumo y acepto perfectamente mi edad y condición y no quiero ni retroceder ni avanzar, me gusta estar donde toca estar. Pero sí es cierto que siento amenazas constantes a mi alrededor para que intentemos retroceder, sentirnos o parecer más jóvenes o adelantar lo que vendrá después, la jubilación, ese cambio de vida cuando ya no trabajemos. Y por eso me gusta y me ayuda tanto practicar y enseñar yoga, pues te ayuda a vivir en el presente, a prestar atención al aquí y al ahora y a aceptar la realidad tal y como es, huyendo de expectativas y de comparaciones. Parece un cliché, pero es así, no es marketing de bienestar. Y en mi realidad espero poder evitar que la IA haga cosas que puedo hacer yo misma - y me gusta hacer - y me resisto a esa constante insistencia en ahorrar tiempo. Gracias como siempre por tus reflexiones, tan acertadas :)
Esto es una frivolidad, pero a mí me parece q en los 80 todos teníamos la cara más redonda. Me parece una cosa rarísima pq no solo lo noto viendo las fotos familiares, sino tb en famosos... no sé, maribel verdú, julia roberts....no hay q más q mirar esos memes de "antes y ahora"... Ahora todos con caras más angulosas (tb los jóvenes), no sé.
Te escribo tomando un té con nubecita de leche como se toma en la isla (hay toda una técnica sobre el proceso)... tristemente no me gusta solo, y lo llevo intentando una vida...
A ver, ya sabes que cuando te haces mayor se te cae la cara que es lo que nos pasa a ti y a mi, a las actrices no se les "afila" sino que se la afilan ellos a base de operaciones y tirones porque están de moda los ángulos.
¡Yo también tomo el té con una nube de leche! Es como más me gusta... en mi familia son bárbaros que lo toman con limón.
Lo que estremece del articulo que te llamó la atención es la terminología que usa para describir la normalidad con la que se impone esta herramienta , que no es más que una herramienta: “ late bloomer “?! Que tiene que ver florecer con un robot??! Si, se que estoy en peligro de dejarme invadida por la nostalgia, pero dentro de no mucho , todo lo que nosotros hemos vivido ya sera inaccesible a los “ new bloomer” y tanto que me temo que van a quedar pocos que sabrán escribir a mano. Por no hablar de saber
disfrutar del té, en el juego de té inglés ( los “new bloomer “beben cafés todo el día de vasos de cartón y se creen afortunados). Es solo marketing pero da miedo , es un mundo que no quiero conocer.
Gracias, Ana por reivindicar los pijamas de gatitos y los juegos de té inglés!
Exacto, Daniela. Me quedé petrificado leyéndolo porque me pareció hasta maligno y me quedé pensando ¿de verdad vivo en un tiempo con estos anuncios? Si me lo hubieran dicho hace 10, 20 o 30 años no me lo hubiera creído.
Lo del pijama no sé de donde salió, me gustan por los bolsillos e intento abstraerme de los gatitos que los odio... pero molan los bolsillos.
Hola Isabel, yo soy consciente de la adolescente y la joven que fui pero tengo clarísimo que no soy esa persona y desde luego no me siento como se sentía ella para nada. Y menos mal, aquella época de inseguridades fue durísima. Muchísimo mejor ahora con mis 51 años.
La nostalgia mola, es confortable pero no hay que recrearse ni mitificarla.
Ana, me he sentido muy identificada y a la vez muy mayor…tengo 70, aunque aparente muchos menos, y por dentro me siento, la mayoría de las veces, como la chica universitaria que fui o la profesora que ejerció media vida…
Es verdad que muchas cosas que me interesaban hoy me parecen absurdas, los viajes son más tranquilos, la vida se ralentiza en general, aquellas prisas con niños de un lado para otro, comidas, compras han quedado en el pasado…
Y voy a decir algo muy de vieja si estas bien de salud todo va bien…
Y todo aquello que le oías decir y hacer a tu madre lo vas a repetir…tiempo al tiempo.
Yo sigo con el café que debería cambiar por té ya…
Esther, lo de la salud yo lo pienso cada día. Es curioso commo cuando eres joven te parece que podrás vencer la enfermedad, que será algo que llegará y se marchará y cuando te vas haciendo mayor la temes cada día más aunque en principio no tengas de qué preocuparte.
Lo de mi madre intento con todas mis fuerzas no copiarlo, solo algunas cosas, y lo estoy consiguiendo.
No te cambies al té si no te gusta, a mi es que me encanta y además me lo bebo más despacio y así el desayuno, uno de los mejores momentos del día, dura más.
Buenos días, yo también me siento con la edad que tengo, casi cincuenta. El día que no me duele nada lo celebro y el día que asoma alguna gotera pienso que aún tengo algo de margen para mejorar. Mi compañero de trabajo me llama Dinosaurio cuando levanto la ceja al oírle hablar de la IA. Me mantengo informada y expectante pero no la uso conscientemente. Si estuviera en mi mano refrescaría a mis compañeros más jóvenes lo que supuso la revolución industrial, tanto lo bueno como lo malo y que luego ya decidieran ellos qué hacen con su IA.
Voy a por mi segundo café, también bebo té y cualquier “agua caliente”.
Ana, no paras de hacernos reflexionar con tus textos. Gracias. Feliz domingo.
Yo uso la IA para cosas aburridísimas como escribir actas en inglés de mis reuniones con los europeos o las publicaciones de Linkedin. Fuera de eso ni la toca y ni me acuerdo que existe. Pero si puedo usarla para quitarme esas tareas aburridas y que no me interesan nada lo hago.
Bolsillos en un pantalon de pijama y mas si es de gatitos deberia ser obligatorio en su diseño.
En cuanto a la edad soy muy consciente de mis 52, de todo lo que he vivido y cuando me miro al espejo no veo a una vieja con sorpresa. Me miro al espejo y me reconozco asumiendo que bueno si pero ni tan mal.
Como trabajo con jovenes me transmiten su pasion por cosas que me son desconocidas y algunas me gustan y las añado a las mias. Con otras pienso: que pereza.
Hola Judith, yo también me veo con mi edad... ni me sorprende verme en el espejo ni pienso "como es posible si me siento como cuando tenia 25", no me ocurre ninguna de esas cosas.
Yo también trabajo con gente mucho más joven que yo, 25 años más joven, aprendo de ellos y de otras cosas pienso "os espero en el futuro".
Que texto más acogedor y circular. Yo si soy de las que se siente más joven y se sorprende de lo que ve en el espejo/fotos. Es más esa sensación de no estar preparada, de seguir teniendo las inseguridades y falta de conocimiento que achacabas a tu juventud y que esperabas dejar atrás al madurar pero siguen ahí. Eso sí, cada vez valoro más la tranquilidad, signo inequívoco de que me hago mayor.
Muchas gracias, Mónica. La sensación de no estar preparada creo que no se pasa nunca, o a lo mejor sí, quién sabe lo que hay en los 60 o los 70. Lo que sí cambia es como te enfrentas a ella. Con 20 o 30 te crea mucha inseguridad, ahora dices: bueno, ya saldré de esta si total todo pasa.
Qué buena reflexión, Ana, yo tampoco me siento más joven, me siento como lo que soy, una mujer de mediana edad que puede ser nostálgica sobre cosas maravillosas que vivimos y nos convirtieron en lo que somos, pero absolutamente abierta a todo lo actual que me descubren mis hijos, primos, compañeros de trabajo más jóvenes, que, cuando es bueno, me fascina y me ilusiona. No me asusta el presente ni el futuro y creo que es perfectamente compatible sentir nostalgia y también sorpresa y admiración por lo que se hace actualmente en algunos ámbitos. Este también es nuestro tiempo (empezando porque numéricamente los de nuestra generación somos más) y seguimos siendo parte activa de todo lo que nos rodea. La música buena permanece, se versiona y sigue emocionando por sí misma. La mala, por muy de moda que estuviera, solo enciende el piloto de la nostalgia porque te lleva a una época que disfrutaste, pero no tiene capacidad de conectar con alguien de otra generación que no ha escuchado eso antes. Por eso Bruce le gusta a nuestros hijos y Hombres G, no. Feliz domingo que, espero, puedas disfrutar en Orbela.
No quería sonar como que me opongo a lo nuevo, de hecho intento mantenerme informada al máximo, leer, escuchar y ver.. he puesto el ejemplo de la música como algo que ya me ocurría de joven y me sigue ocurriendo pero ahora, aunque quisiera estar al tanto, sería imposible. A mi lo que más me asusta del futuro es perdérmelo, ahora que he empezado a estar tranquila y a encontrarle el gusto a la vida, a saber qué es lo importante y qu eno, me daría pena enfermar y morirme perdiéndomelo.
Yo tengo la misma edad que tú y me siento de una forma parecida- asumo y acepto perfectamente mi edad y condición y no quiero ni retroceder ni avanzar, me gusta estar donde toca estar. Pero sí es cierto que siento amenazas constantes a mi alrededor para que intentemos retroceder, sentirnos o parecer más jóvenes o adelantar lo que vendrá después, la jubilación, ese cambio de vida cuando ya no trabajemos. Y por eso me gusta y me ayuda tanto practicar y enseñar yoga, pues te ayuda a vivir en el presente, a prestar atención al aquí y al ahora y a aceptar la realidad tal y como es, huyendo de expectativas y de comparaciones. Parece un cliché, pero es así, no es marketing de bienestar. Y en mi realidad espero poder evitar que la IA haga cosas que puedo hacer yo misma - y me gusta hacer - y me resisto a esa constante insistencia en ahorrar tiempo. Gracias como siempre por tus reflexiones, tan acertadas :)
Esto es una frivolidad, pero a mí me parece q en los 80 todos teníamos la cara más redonda. Me parece una cosa rarísima pq no solo lo noto viendo las fotos familiares, sino tb en famosos... no sé, maribel verdú, julia roberts....no hay q más q mirar esos memes de "antes y ahora"... Ahora todos con caras más angulosas (tb los jóvenes), no sé.
Te escribo tomando un té con nubecita de leche como se toma en la isla (hay toda una técnica sobre el proceso)... tristemente no me gusta solo, y lo llevo intentando una vida...
Besis
di
A ver, ya sabes que cuando te haces mayor se te cae la cara que es lo que nos pasa a ti y a mi, a las actrices no se les "afila" sino que se la afilan ellos a base de operaciones y tirones porque están de moda los ángulos.
¡Yo también tomo el té con una nube de leche! Es como más me gusta... en mi familia son bárbaros que lo toman con limón.
Besos
Lo que estremece del articulo que te llamó la atención es la terminología que usa para describir la normalidad con la que se impone esta herramienta , que no es más que una herramienta: “ late bloomer “?! Que tiene que ver florecer con un robot??! Si, se que estoy en peligro de dejarme invadida por la nostalgia, pero dentro de no mucho , todo lo que nosotros hemos vivido ya sera inaccesible a los “ new bloomer” y tanto que me temo que van a quedar pocos que sabrán escribir a mano. Por no hablar de saber
disfrutar del té, en el juego de té inglés ( los “new bloomer “beben cafés todo el día de vasos de cartón y se creen afortunados). Es solo marketing pero da miedo , es un mundo que no quiero conocer.
Gracias, Ana por reivindicar los pijamas de gatitos y los juegos de té inglés!
Exacto, Daniela. Me quedé petrificado leyéndolo porque me pareció hasta maligno y me quedé pensando ¿de verdad vivo en un tiempo con estos anuncios? Si me lo hubieran dicho hace 10, 20 o 30 años no me lo hubiera creído.
Lo del pijama no sé de donde salió, me gustan por los bolsillos e intento abstraerme de los gatitos que los odio... pero molan los bolsillos.
Ufff, hoy me has tocado mucho, Ana.
Yo soy un poco de todo. Consciente de mi edad y también la adolescente que fui, con más capas, con más sabiduría.
Tampoco soy melómana. Me da la sensación de que hay canciones que acompañan a lo largo de la vida, mullidas.
Y la nostalgia me atrapa muchas veces. Alguien me corrigió un día: nostalgia sí, melancolía no. O tal vez era al revés.
Muchas gracias.
Hola Isabel, yo soy consciente de la adolescente y la joven que fui pero tengo clarísimo que no soy esa persona y desde luego no me siento como se sentía ella para nada. Y menos mal, aquella época de inseguridades fue durísima. Muchísimo mejor ahora con mis 51 años.
La nostalgia mola, es confortable pero no hay que recrearse ni mitificarla.
Ana, me he sentido muy identificada y a la vez muy mayor…tengo 70, aunque aparente muchos menos, y por dentro me siento, la mayoría de las veces, como la chica universitaria que fui o la profesora que ejerció media vida…
Es verdad que muchas cosas que me interesaban hoy me parecen absurdas, los viajes son más tranquilos, la vida se ralentiza en general, aquellas prisas con niños de un lado para otro, comidas, compras han quedado en el pasado…
Y voy a decir algo muy de vieja si estas bien de salud todo va bien…
Y todo aquello que le oías decir y hacer a tu madre lo vas a repetir…tiempo al tiempo.
Yo sigo con el café que debería cambiar por té ya…
Esther, lo de la salud yo lo pienso cada día. Es curioso commo cuando eres joven te parece que podrás vencer la enfermedad, que será algo que llegará y se marchará y cuando te vas haciendo mayor la temes cada día más aunque en principio no tengas de qué preocuparte.
Lo de mi madre intento con todas mis fuerzas no copiarlo, solo algunas cosas, y lo estoy consiguiendo.
No te cambies al té si no te gusta, a mi es que me encanta y además me lo bebo más despacio y así el desayuno, uno de los mejores momentos del día, dura más.
Buenos días, yo también me siento con la edad que tengo, casi cincuenta. El día que no me duele nada lo celebro y el día que asoma alguna gotera pienso que aún tengo algo de margen para mejorar. Mi compañero de trabajo me llama Dinosaurio cuando levanto la ceja al oírle hablar de la IA. Me mantengo informada y expectante pero no la uso conscientemente. Si estuviera en mi mano refrescaría a mis compañeros más jóvenes lo que supuso la revolución industrial, tanto lo bueno como lo malo y que luego ya decidieran ellos qué hacen con su IA.
Voy a por mi segundo café, también bebo té y cualquier “agua caliente”.
Ana, no paras de hacernos reflexionar con tus textos. Gracias. Feliz domingo.
Ana estás estupenda.
Yo uso la IA para cosas aburridísimas como escribir actas en inglés de mis reuniones con los europeos o las publicaciones de Linkedin. Fuera de eso ni la toca y ni me acuerdo que existe. Pero si puedo usarla para quitarme esas tareas aburridas y que no me interesan nada lo hago.
Besos!
Bolsillos en un pantalon de pijama y mas si es de gatitos deberia ser obligatorio en su diseño.
En cuanto a la edad soy muy consciente de mis 52, de todo lo que he vivido y cuando me miro al espejo no veo a una vieja con sorpresa. Me miro al espejo y me reconozco asumiendo que bueno si pero ni tan mal.
Como trabajo con jovenes me transmiten su pasion por cosas que me son desconocidas y algunas me gustan y las añado a las mias. Con otras pienso: que pereza.
Feliz domingo!
Hola Judith, yo también me veo con mi edad... ni me sorprende verme en el espejo ni pienso "como es posible si me siento como cuando tenia 25", no me ocurre ninguna de esas cosas.
Yo también trabajo con gente mucho más joven que yo, 25 años más joven, aprendo de ellos y de otras cosas pienso "os espero en el futuro".
Que texto más acogedor y circular. Yo si soy de las que se siente más joven y se sorprende de lo que ve en el espejo/fotos. Es más esa sensación de no estar preparada, de seguir teniendo las inseguridades y falta de conocimiento que achacabas a tu juventud y que esperabas dejar atrás al madurar pero siguen ahí. Eso sí, cada vez valoro más la tranquilidad, signo inequívoco de que me hago mayor.
Muchas gracias, Mónica. La sensación de no estar preparada creo que no se pasa nunca, o a lo mejor sí, quién sabe lo que hay en los 60 o los 70. Lo que sí cambia es como te enfrentas a ella. Con 20 o 30 te crea mucha inseguridad, ahora dices: bueno, ya saldré de esta si total todo pasa.
❤️
¡Gracias!
Qué buena reflexión, Ana, yo tampoco me siento más joven, me siento como lo que soy, una mujer de mediana edad que puede ser nostálgica sobre cosas maravillosas que vivimos y nos convirtieron en lo que somos, pero absolutamente abierta a todo lo actual que me descubren mis hijos, primos, compañeros de trabajo más jóvenes, que, cuando es bueno, me fascina y me ilusiona. No me asusta el presente ni el futuro y creo que es perfectamente compatible sentir nostalgia y también sorpresa y admiración por lo que se hace actualmente en algunos ámbitos. Este también es nuestro tiempo (empezando porque numéricamente los de nuestra generación somos más) y seguimos siendo parte activa de todo lo que nos rodea. La música buena permanece, se versiona y sigue emocionando por sí misma. La mala, por muy de moda que estuviera, solo enciende el piloto de la nostalgia porque te lleva a una época que disfrutaste, pero no tiene capacidad de conectar con alguien de otra generación que no ha escuchado eso antes. Por eso Bruce le gusta a nuestros hijos y Hombres G, no. Feliz domingo que, espero, puedas disfrutar en Orbela.
No quería sonar como que me opongo a lo nuevo, de hecho intento mantenerme informada al máximo, leer, escuchar y ver.. he puesto el ejemplo de la música como algo que ya me ocurría de joven y me sigue ocurriendo pero ahora, aunque quisiera estar al tanto, sería imposible. A mi lo que más me asusta del futuro es perdérmelo, ahora que he empezado a estar tranquila y a encontrarle el gusto a la vida, a saber qué es lo importante y qu eno, me daría pena enfermar y morirme perdiéndomelo.
Un abrazo