Gracias, Ana. Lo que me sorprende es que 34 primos os pongáis de acuerdo en disfrutar la casa. Eso sí que es COMPARTIR. Y no cambiar nada es como volver al pasado. Insólito en una sociedad de tirar y comprar. ¡Qué suerte!
Hola Ana, la casa se disfruta entre mi madre y sus cinco hermanos. Hay un turno entre el 15 de junio y el 15 de septiembre cada uno tiene una quincena que va rotando cada año. Es decir, este año a mi madre le toca la quincena del 15-30 de junio, el año que viene le tocará la del 1-15 de julio y así sucesivamente hasta la primera de septiembre. En esa quincena puede ir mi madre o cualquiera de mis hermanos o yo, también se puede negociar con otro tío si te cambia la quincena o si no va a usar la suya si te deja unos días. Fuera de temproada no suele haber problema. Hay también una tarifa mínima de estancia que creo que son 5 € por noche si hay dos personas y 10 € por noche si hay 4. Todo se apunta y listo.
Gracias de nuevo por tus textos. Puedo definir mi semana como la tuya y creo que se aproxima otra parecida. Sin pensarlo hasta q llegue, me transportas, como dice otra de tus lectoras, al apartamento en Cullera de una de mis amigas en el que pasamos muy buenos ratos. Buen domingo !!!
Hola Pilar, te contesto el lunes enfrentada ya a mi lista interminable de tareas que veo que esta semana tampoco haré porque además tengo otro viaje de trabajo. Buen lunes!
Ana, ahora además de tener que llevar tu libro a cuestas a ver si me cruzo contigo, me vas a hacer iniciar labores de investigación para saber cuál es tu bloque. Me encanta que te encante mi pueblo. Llevo toda mi vida aquí, y ya son 48 palos. Tiene tantas caras como personas la visitan. Me quedo con los meses de temporada baja y la calma que brindan. Un saludo
Hola Althea, la próxima vez quedamos y te lo firmo. Mi casa está en la zona de La Cala :) Es un efdificio muy antiguo de los primeros que se construyeron. A mi, quitando agosto, Benidorm me gusta siempre siendo junio y septiembre mis meses favoritos.
Gracias por escribir esto. Mis padres tienen una casa en Mallorca a donde pensaron que algún día volverían y nunca lo hicieron pero donde pasábamos las vacaciones cuando volviamos a visitar a la familia en Navidad y verano y donde vivió mi abuela algunas temporadas. Cuando mi hermana decidio que era el momento de renovarlo y convertirlo en un piso de muebles nórdico que parece un Airbnb a todos les pareció una genial idea y están todos encantados del espacio que tiene ahora. Yo me canse de decir que así estaba bien, que todo aquello eran recuerdos y me miraban como si estuviera loca. Hoy me he sentido menos sola.
Hola Ana, algún día habrá que hablar de esa peste de convertir todos los pisos en clones de otros. Obviamente siempre ha habido modas y esos mismos muebles castellanos y espejos de sol tuvieron su momento de estar en todas las casas pero lo de ahora es quitarle el alma a todo. Este piso, por si alguien tiene dudas, lo renovamos hace unos años pero solo se hicieron los baños nuevos después de 50 años y se cambiaron los muebles de la cocina, todo lo demas: suelos, ventanas, muebles...sigue tal cual y no hay visos de cambiar nada a no ser que se desvencije por completo. Tiene todo el encanto de 40 vidas vividas allí.
Es curioso, todos tenemos unos recuerdos similares de nuestras casasa de veraneo, tan privados y personales, tan ligados a esas sensaciones únicas que forjan nuestros sentidos y sentido de “lo mejor del verano. Tan únicos… y todos nos unimos con esos mismos olores. Qué bonito huele y se ven los veranos del pasado. Qué felices y libres éramos.
Gracias por compartir el tuyo, me ha trasladado al mío, curiosamente con los mismos sofás.
Gracias, Emma. Lo de los sofás de aquella casa es increible... mira que hemos hecho intento de cambiarlos pero al final nada nos convence...y ahí siguen, aguantando. Un abrazo
Muchas gracias por transportarme a mi infancia en Benidorm, nosotros íbamos en verano con toda mi familia paterna pero dejamos de ir cuando yo tenía 17 años.
He empezado la lectura sintiéndome yo, que llevo un mes de cadena montañosa, corriendo a todos lados y con la sensación horrible de no llegar a ningún sitio y de no tener ningún control.
Y he terminado recordando los veranos en casa de mi amiga en Cullera. Siempre me ha fascinado cómo los apartamentos huelen a flotador y a bronceador y, gracias a tu descripción, he podido pasar un rato en el tuyo, disfrutando de todos esos recuerdos y de la paz que te hacen sentir.
Gracias, Isabel. Nosotros, todos, cuando llegamos a Benidorm siempre decimos "huele a Benidorm", y he estado pensando que para cada uno puede que ese olor sea diferente. Pero es que además no solo huele, también suena, las puertas suenan como hace 40 años, los pasos en el terrazo, el viento en la terraza... todo sigue igual y eso te da una seguridad que no se puede comparar con nada más. Son además recuerdos compartidos con gente como mi madre que tiene 79 años... y por mis sobrinos de 6 años que llegaron ayer a última hora y estaban enloquecidos corriendo por la casa gritando "estamos en Benidorm!"
Gracias, Ana. Lo que me sorprende es que 34 primos os pongáis de acuerdo en disfrutar la casa. Eso sí que es COMPARTIR. Y no cambiar nada es como volver al pasado. Insólito en una sociedad de tirar y comprar. ¡Qué suerte!
Hola Ana, la casa se disfruta entre mi madre y sus cinco hermanos. Hay un turno entre el 15 de junio y el 15 de septiembre cada uno tiene una quincena que va rotando cada año. Es decir, este año a mi madre le toca la quincena del 15-30 de junio, el año que viene le tocará la del 1-15 de julio y así sucesivamente hasta la primera de septiembre. En esa quincena puede ir mi madre o cualquiera de mis hermanos o yo, también se puede negociar con otro tío si te cambia la quincena o si no va a usar la suya si te deja unos días. Fuera de temproada no suele haber problema. Hay también una tarifa mínima de estancia que creo que son 5 € por noche si hay dos personas y 10 € por noche si hay 4. Todo se apunta y listo.
Gracias de nuevo por tus textos. Puedo definir mi semana como la tuya y creo que se aproxima otra parecida. Sin pensarlo hasta q llegue, me transportas, como dice otra de tus lectoras, al apartamento en Cullera de una de mis amigas en el que pasamos muy buenos ratos. Buen domingo !!!
Hola Pilar, te contesto el lunes enfrentada ya a mi lista interminable de tareas que veo que esta semana tampoco haré porque además tengo otro viaje de trabajo. Buen lunes!
Ana, ahora además de tener que llevar tu libro a cuestas a ver si me cruzo contigo, me vas a hacer iniciar labores de investigación para saber cuál es tu bloque. Me encanta que te encante mi pueblo. Llevo toda mi vida aquí, y ya son 48 palos. Tiene tantas caras como personas la visitan. Me quedo con los meses de temporada baja y la calma que brindan. Un saludo
Hola Althea, la próxima vez quedamos y te lo firmo. Mi casa está en la zona de La Cala :) Es un efdificio muy antiguo de los primeros que se construyeron. A mi, quitando agosto, Benidorm me gusta siempre siendo junio y septiembre mis meses favoritos.
Que bonito!
Llevamos los veranos y casa familiares con nosotros y que bueno poder revivirlos.
Si, se que tenemos mucha suerte de conservar esto y más viendo como otras familias no lo consiguen.
Gracias por escribir esto. Mis padres tienen una casa en Mallorca a donde pensaron que algún día volverían y nunca lo hicieron pero donde pasábamos las vacaciones cuando volviamos a visitar a la familia en Navidad y verano y donde vivió mi abuela algunas temporadas. Cuando mi hermana decidio que era el momento de renovarlo y convertirlo en un piso de muebles nórdico que parece un Airbnb a todos les pareció una genial idea y están todos encantados del espacio que tiene ahora. Yo me canse de decir que así estaba bien, que todo aquello eran recuerdos y me miraban como si estuviera loca. Hoy me he sentido menos sola.
Hola Ana, algún día habrá que hablar de esa peste de convertir todos los pisos en clones de otros. Obviamente siempre ha habido modas y esos mismos muebles castellanos y espejos de sol tuvieron su momento de estar en todas las casas pero lo de ahora es quitarle el alma a todo. Este piso, por si alguien tiene dudas, lo renovamos hace unos años pero solo se hicieron los baños nuevos después de 50 años y se cambiaron los muebles de la cocina, todo lo demas: suelos, ventanas, muebles...sigue tal cual y no hay visos de cambiar nada a no ser que se desvencije por completo. Tiene todo el encanto de 40 vidas vividas allí.
Es curioso, todos tenemos unos recuerdos similares de nuestras casasa de veraneo, tan privados y personales, tan ligados a esas sensaciones únicas que forjan nuestros sentidos y sentido de “lo mejor del verano. Tan únicos… y todos nos unimos con esos mismos olores. Qué bonito huele y se ven los veranos del pasado. Qué felices y libres éramos.
Gracias por compartir el tuyo, me ha trasladado al mío, curiosamente con los mismos sofás.
Gracias, Emma. Lo de los sofás de aquella casa es increible... mira que hemos hecho intento de cambiarlos pero al final nada nos convence...y ahí siguen, aguantando. Un abrazo
Muchas gracias por transportarme a mi infancia en Benidorm, nosotros íbamos en verano con toda mi familia paterna pero dejamos de ir cuando yo tenía 17 años.
Ohhh Maria. Pues te recomiendo volver, ha cambiado mucho pero encontrarás cosas que te llevarán a esa época.
Qué bonito, Molinos. Me ha encantado.
He empezado la lectura sintiéndome yo, que llevo un mes de cadena montañosa, corriendo a todos lados y con la sensación horrible de no llegar a ningún sitio y de no tener ningún control.
Y he terminado recordando los veranos en casa de mi amiga en Cullera. Siempre me ha fascinado cómo los apartamentos huelen a flotador y a bronceador y, gracias a tu descripción, he podido pasar un rato en el tuyo, disfrutando de todos esos recuerdos y de la paz que te hacen sentir.
Disfruta mucho tu estancia.
Muchas gracias.
Gracias, Isabel. Nosotros, todos, cuando llegamos a Benidorm siempre decimos "huele a Benidorm", y he estado pensando que para cada uno puede que ese olor sea diferente. Pero es que además no solo huele, también suena, las puertas suenan como hace 40 años, los pasos en el terrazo, el viento en la terraza... todo sigue igual y eso te da una seguridad que no se puede comparar con nada más. Son además recuerdos compartidos con gente como mi madre que tiene 79 años... y por mis sobrinos de 6 años que llegaron ayer a última hora y estaban enloquecidos corriendo por la casa gritando "estamos en Benidorm!"