Se me ha vuelto a acumular un montón de contenido para comentar, así que a partir de ahora voy a intentar ser más constante con estas recomendaciones para que cada nueva entrega no sea tan larga como una jornada laboral.
En el verano me puse al día con escuchas atrasadas que durante el año no me había dado tiempo a atacar. Aviso desde ya que casi todo es en inglés porque en el verano el contenido en español se para por completo y hay poca novedad que escuchar o que recomendar. (Escucho cosas que no merece la pena ni que las mencione).
Al lío.
Si solo vas a escuchar una cosa este mes, tiene que ser Hysterical, de Dan Taberski, que, para mí, es el Spielberg de los podcasts: todo lo que hace merece la pena. Esta nueva producción de Wondery y Pineapple Street de siete episodios comienza con un caso ocurrido en 2011, cuando una serie de adolescentes de un instituto en la ciudad de LeRoy, en el norte del estado de Nueva York, comenzaron a sufrir una serie de síntomas comunes. Primero una, luego otra, luego otra y así hasta media docena empezaron a tener convulsiones, tartamudeos, movimientos incontrolables de manos y cuello, guiños, gestos. ¿Qué les ocurría? ¿Algo contagioso? ¿Alguna sustancia en el ambiente? ¿En el agua? ¿Era mera imitación? Las primeras conclusiones son que las niñas sufren un desorden nervioso contagioso, lo que viene siendo histeria colectiva. Ni todos los implicados, ni los padres ni las niñas, que son ya adultas cuando lo cuentan ahora, están conformes con ese diagnóstico que suena a que se están inventando lo que les ocurre. Los tres primeros episodios están centrados en ese caso, pero a partir del cuarto la narración da un giro para reflexionar sobre por qué la histeria es algo asociado siempre al comportamiento femenino pero cuando ocurre en colectivos mayoritariamente masculino, esos mismos comportamientos siempre se justifican de otra manera, se les encuentran causas y muchas veces acaban convertidos en «síndromes». Dan Taberski es un prodigio de narrador, escribe tan bien para el audio que después de escucharle medio minuto se te olvida que está siguiendo un guión y te quedas enganchada a su manera de narrar tan oral, tan vívida, tan natural. Además domina con maestría el arte de la entrevista, y te das cuenta porque sus entrevistados suenan relajados, cómodos, a gusto, contestando a todas las preguntas que Taberski les hace y que son muchas de las que se te van a ocurriendo a ti mientras lo escuchas. Además, no tiene reparo en preguntar y repreguntar veinte veces o en pedir que se lo vuelvan a explicar hasta que, lo que sea, haya quedado claro. Habla con todo el mundo, con todos los implicados. Por si todo esto fuera poco, Taberski tiene un sentido del humor inteligentísimo que sabe graduar poco a poco para resultar ingenioso sin pasarse.
Hysterical es un podcast espectacular porque te lleva a lugares que no esperas partiendo de un suceso que no te interesa. Como te he dicho antes, si solo vas a escuchar una cosa que sea esto. Con toda seguridad estará en las listas de mejores podcasts de 2024.
Otra de las joyas del año es la tercera temporada de In The Dark, que es el mejor podcast de investigación que se hace ahora mismo en el mundo entero. «¿Cómo lo sabes, si no hablas alemán, francés o chino?», quizás te estarás preguntando. Pues porque es imposible que haya otra compañía, en este caso The New Yorker, que invierta la cantidad de tiempo, dinero y recursos que cuesta hacer estas investigaciones.
Un poco de historia: In The Dark nació en 2016 y, por entonces, era propiedad de APM Reports, una empresa pública de investigación periodística que montó esa división de audio capitaneada por Madeleine Baran. La primera temporada investigaba el caso del secuestro de Jacob Wetterling, un chaval de 11 años que desapareció en los alrededores de su casa en 1989 en Minnesota. Justo cuando estaban investigando y hablando con todos los implicados, el caso se resolvió por la confesión del asesino. Ya en esa primera temporada se podía apreciar la meticulosidad con que Baran y su equipo, la mayoría mujeres, llevaban a cabo toda la investigación, entrevistando, pidiendo documentos, revisando papeles, fotos, grabaciones, todo. Su interés no es nunca hacer un true crime, sino escarbar en los entresijos de la investigación de las autoridades. La segunda temporada, del 2020 y que ya recomendé, se centraba en el caso de Curtis Flowers, un hombre de color que había sido juzgado seis veces por el mismo caso en Mississippi. Si la primera temporada era buena, la segunda fue espectacular: un trabajo de dejarte con la boca abierta por el despliegue de medios, expertos y afán por desentrañar el caso. Fue tan impactante la labor que realizaron que el caso llegó al Tribunal Supremo de Estados Unidos, que decidió finalmente que Curtis fuera excarcelado. En esa temporada, en un momento dado sacaron un episodio extra por el que había que pagar y ahí contaban que cada uno de los episodios les había costado 250.000 $. Puede parecer muchísimo, porque lo es, pero cuando lo escuchas y ves todo lo que hacen lo entiendes.
A pesar de esa exitosísima temporada, In The Dark se vio después sin posibilidad de continuar con sus investigaciones en APM Reports, salió al mercado a buscar financiación y tuvo la suerte de que The New Yorker decidiera adquirirlos. Desde entonces, a principios de este año sacaron The Runaway Princesses (que comentamos en el Club de Podcasts encadenados), que no es propiamente una investigación sino la traslación a formato audio de un artículo ya publicado por la revista.
En julio lanzaron la tercera temporada y no te puedo explicar el trabajazo que es: Te deja con la boca abierta. Todo parte del deseo del equipo de saber qué ocurrió en noviembre de 2005 en Haditha, Irak, cuando 24 civiles iraquíes fueron asesinados por marines estadounidenses. Mujeres y niños fueron acribillados a balazos en sus casas, tumbados en las camas, escondidos en esquinas, amontonados unos sobre otros. Por supuesto el ejército de los EEUU no ha estado nada colaborador con el equipo de In The Dark para proporcionar información, documentos, testimonios, entrevistas, y el podcast ha llevado ¡cuatro años!, demandas a las autoridades de Washington para que proporcionaran la documentación necesaria, contratación de abogados para llevar adelante esas demandas, entrevistas a cientos de marines y viajes a Irak para hablar con los familiares de los asesinados.
No te voy a engañar: In The Dark no es una escucha amable; es un podcast muy serio, una investigación periodística de primer nivel perfectamente explicada, en la que ningún hilo queda suelto y que te deja, al terminar, con muy mal sabor de boca porque lo que cuenta es horroroso. A pesar de la complejidad del caso la historia se sigue con facilidad porque Baran narra con sencillez, con cercanía, poniéndote en tu lugar para llevarte de la mano por los entresijos del caso. Hay también muchísima emoción, vas a sentir rabia al escuchar a algunos militares, vergüenza al escuchar a otros y vas a llorar como llora una de las intérpretes iraquíes que en uno de los episodios, mientras traduce a los familiares de los asesinados, se rompe por completo en un llanto incontrolable mientras pide perdón por no poder seguir.
¿Hay que escuchar In The Dark? Sí, sin duda, pero teniendo en cuenta que esto es un clásico. Es como si te enfrentaras a Crimen y castigo, a Madame Bovary, a Los pazos de Ulloa: es un clásico, una obra maestra y hay que buscar el momento y ánimo para ella.
Beyond All Repair, de WBUR, es otro título de los que han aparecido en todas las listas de recomendados de lo que llevamos de año. Un true crime de libro en el que la periodista Amory Sivertson (que ha trabajado en Endless Thread) se pone a investigar la historia de la familia Correia. La periodista había conocido al hijo pequeño, Shane, un chaval criado casi en la calle, que estudió Derecho y acabó de fiscal en Nueva York. A partir de ahí coge su historia y se pone a investigar un cold case que implica a la hermana de Shane, Sofia, que fue acusada en 2002 de asesinar a su suegra. Amory recibe una caja con cintas de video de la grabación de ese juicio y se pone a investigar y charla con Shane y luego directamente con Sofia y con muchos de los implicados durante más de dos años para intentar saber qué ocurrió. Lo que parece un true crime puro y duro se va convirtiendo en una historia cada vez más turbia, porque además el padre y el hermano mayor de Sofia empiezan a madar mensajes amenazantes a Sofia y Shein; y Sofia pasa de parecer una víctima a parecer cada vez más una manipuladora y una mentirosa y, al final, una incitante al asesinato de su suegra perpetrado por su otro hermano
Beyond All Repair tiene cosas que me gustan, como la historia (que es increíble) o cómo ella cuenta el backstage de la investigación, las entrevistas. También tiene cosas que no me gustan, que me chirrían, como por ejemplo cómo guarda información, cómo la va sacando poco a poco y luego que, al final, justifica a Sofia cuando Sofia no ha parado de mentirle desde el minuto 1, una y otra vez, una y otra vez. Creo que al final Amory intenta sacar un «final bonito» retorciendo muchísimo la realidad, justificando a Sofia porque venía de una familia desestructurada, con violencia, blablabla, y por eso «no creció» para saber distinguir lo que está bien de lo que está mal. Es un argumento tan endeble que la única justificación que le encuentro es que cuando Armory se da cuenta de que se la han jugado ya tiene el podcast tan avanzado que solo tiene dos opciones: sacarse de la manga esta justificación o decir «me la pegaron». No te voy a engañar: Beyond All Repair no está entre los mejores true crimes que he escuchado, pero merece la pena por conocer una historia increíble y, sobre todo, acompañar a Amory en su viaje entrevistando a los implicados y decidiendo cuándo los cree, cuándo piensa que la están mintiendo o cuándo descubre que la han engañado.
En español, a mediados de agosto se estrenó Cazagringos (un gran título, todo sea dicho), una producción de La Maldita y Wondery que sigue las operaciones de un grupo de la policía mexicana especializado en colaborar con las autoridades estadounidenses y que se encarga de detener a los fugitivos extranjeros que llegan a México intentando escapar. Luis Chaparro hace un buen trabajo narrando casos a veces bastante complejos, como el del secuestro, tortura y asesinato del agende de la DEA Kiki Camarena, que destapó una complejísima red de corrupción que implicaba al cártel de Guadalajara, a las autoridades mexicanas y hasta al gobierno estadounidense y su financiación a la “Contra” nicaragüense. Algunos de los casos, como este que acabo de señalarte, se desarrollan en varios episodios, pero otros son autoconclusivos. Es notable el esfuerzo de documentación y guión realizado para explicar de forma interesante y comprensible los entresijos policiales. Quiero hacer especial mención a Alfredo Arenas Moreno, el policía mexicano en el origen de este grupo de «cazagringos» y que es todo un personaje: es entrañable, divertido, se explica muy bien y acabas cogiéndole cariño y queriendo que te cuente todos sus casos.
Cazagringos no te va a cambiar la vida, pero te va a entretener cuando te apetezca escuchar algo cortito que no implique seguir un montón de episodios.
La semana pasada fueron las fiestas de Los Molinos y una de las noches bajé, con mis hermanos, a tomar algo a la plaza del pueblo. Desde hace algunos años cada noche de la semana de fiestas la plaza del pueblo es ocupada por unos camiones gigantes que se despliegan como la casa de Pin y Pon para montar un escenario gigante con pantallas, bolas de discoteca, pasarelas, distintos niveles y una potencia de sonido exageradísima (Hace un par de años la orquesta empezó con dos horas de retraso porque cuando fueron a enchufar el escenario que tocaba se dieron cuenta de que el pueblo no tenía contratada potencia suficiente para lo que pretendía la orquesta de ese año. Si se enchufaba, todo el pueblo se iría a negro). La orquesta de la semana pasada se llamaba Cuarta Calle y era bastante regulera, pero su maestro de ceremonias era un espectáculo. En un momento dado, totalmente fuera de sí quizás por el abuso de sustancias psicotrópicas, se puso a gritar: «¡A lo mejor creéis que somos gallegos, pero no lo somos! ¡Nosotros somos una orquesta de pico y pala, de pico y pala! Y¿sabéis de dónde venimos? (Yo pensé que iba a decir de Cuenca o de algún sitio así de exótico)... ¡Pues no somos gallegos!, ¡¡¡venimos de la capital del Principado de Asturias!!!
Las risas fueron épicas y yo me acordé de Verbena, un podcast que ya he recomendado en redes pero que merece aparecer aquí para dejar por escrito que, pese a tener algunos fallos (falta de presentación de las voces que hablan, repeticiones innecesarias y quizás alargarse en exceso en la narración), es un trabajo más que notable. Verbena, de Onda Cero, está dirigido por Pablo G. Batista; con guion de Sara Cuesta, el propio Pablo G. Batista y Carlangas. Son ocho episodios que comienzan con el suicidio de Ángel Martínez, conocido como Lito, verdadero creador del fenómeno orquesta, para desde ahí explicar la tradición musical de Galicia, la gestión de las fiestas populares por parte de ayuntamientos y asociaciones de vecinos, el boom increíble de las orquestas y el descontrol financiero que llevó a la quiebra del imperio de Lito y a su trágica muerte. El narrador, Carlangas, gallego y experto musical, hace muy buen trabajo trasladando la información al oyente aunque, en mi opinión, a veces se insiste demasiado en determinadas ideas que ya han quedado claras al que escucha.
Verbena es un podcast entretenido, fácil de escuchar y que te hará mirar a las orquestas de las fiestas de tu pueblo de otra manera.
Tenía alguna cosa más pero lo voy a dejar aquí. Solo, de apunte, te recomiendo que escuches este episodio de Radiolab, Uneasy as ABC, que cuenta de dónde surgió el protocolo que se aplica en todos los servicios de urgencias del mundo cuando entra un caso grave. No tienes ni idea, porque no tienes porqué saberlo, pero ese protocolo que salva vidas no lleva ahí toda la vida; de hecho, tiene menos años que yo. Hace cincuenta años no existía. ¿De dónde surgió? ¿Cómo se aplica? No te lo pierdas porque es una historia interesantísima.
Si has llegado hasta aquí, me caes fenomenal. Perdón por la turra. Prometo escribir estas reseñas más a menudo para no extenderme tanto.
Recuerda que en esta lista en Spotify, Podcasts encadenados, puedes encontrar todo lo que recomiendo. Te recuerdo también que la próxima sesión del Club de Podcasts encadenados será el 13 de octubre. Hay sorpresas y será divertido.
Gracias por leerme. Creo que te gusta leer Cosas que (me) pasan. ¿Sabes que puedes suscribirte para apoyar lo que hago, recibir el contenido extra y participar en El club de Podcasts encadenados y en el chat? Me encantaría que lo hicieras y te lo agradecería infinito. Si, además, te haces miembro fundador, piénsalo ¿cuándo has sido fundador de algo?, hasta te recibirás una carta manuscrita. ¿Cuándo fue la última vez que abriste el buzón y había una carta para ti?
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Me gusta caerte "fenomenal" 😂. Es difícil parar de leer lo que escribes. Gracias, Ana.
También living el drama de los episodios sueltos. Intento dosificármelos entre series para desengrasar pero muchas veces me puede el ansía y salto a la siguiente serie pendiente…