Voy con retraso con tu newsletter! Yo también añoro los tiempos en los que se podía improvisar en Madrid, me agota tener que planearlo todo tanto porque si no no hay quien vea una exposición o coma en el sitio que te apetece! Y lo de hacer coincidir agendas ya es terrible... voy a ver a quién engaño para hacer más planes Apam!
Totalmente de acuerdo. La semana pasada, casi a punto de ponerme el pijama, escribe una amiga en un chat : nos vemos ? Venga, donde. En casa de.. Pasamos por pizza y la cenamos en tu casa. Vale, perfecto. Se lo digo a mi hija para que se venga conmigo y me contesta.. Ahora? Sin planificar? Pues claro, no siempre hay que planificarlo todo. Menudo rollo, le respondo. Así es.
Yo pensaba que esto era algo cultural, principalmente anglosajón, aunque una amiga de una de las vetustas hispánicas me dijo que cuando se mudó a Barcelona le extrañó que no podias llamar a tus amigos y simplemente quedar si no era "con tres semanas de antelación". A ratos me planteo que sea una cosa generacional: en serio que los adolescentes también hace esto? Y el otro día caí en un artículo de "etiqueta del whastapp".. ahora ya no se puede llamar así "en frío", hay que avisar.
Como voy en bici todos los findes por la ciudad, a veces le he dicho a gente "si paso por tu zona, te doy un toque y si te va bien, tomamos algo; si no puedes, ningún problema". Y ellos: "si me lo dices con unos días de antelación". Pero lo que no entienden es que lo chulo de ir en bici es precisamente la improvisación, que sales y no tienes un plan, ni tienes que llegar a una hora a un sitio. Si "quedo" así, ya es otra cosa... luego acabo pasando por zonas de gente que conozco y no hago eso espontáneo de "hey, bajas?", que hacíamos de adolescentes. El procedimiento sería poner un whastapp para ver si puedo llamar para ver si pueden bajar... en serio: yo me bajo de esta vida...
Es exactamente eso Di. Si te tengo que avisar ya no es improvisado. Lo que mola es eso, "ey, estoy aquí abajo, me invitas a un café". Que si no está pues no pasa nada pero no "avisame"... porque entonces ya es otra cosa.
Lo de los adolescentes voy a preguntárselo a las mías. Ellas suelen saber lo que van a hacer el finde unos días antes pero yo creo que improvisan más, no tienen problema en que alguien les llame y les diga: ¿damos una vuelta?
Mi experiencia con adolescentes es que es todo más improvisado, "hoy sábado me voy al cine" y lo decidieron en clase el viernes... pero pueden tener aún cenas o cosas con los padres q han planeado, por supuesto con semanas.
Hablo con gente cuyos findes me dan horror: en to-dos mil cenas y exposiciones y teatros y quedadas y si tú les dices q no tienes NA-DA (haces esas cosas de vez en cuando) planeado te miran con pena. No se dan cuenta q estos findes han sido "curated" duramente... para esto "hay q valer", q dice un amigo mío :)
Hasta para comprar un pijama hay que planificarlo.Ayer me dijo el dependiente de la tienda de mi barrio que antes cuando se les acababan, hacían el pedido y al día siguiente se lo servían, ahora la fábrica no tiene stock, lo fabrican casi cuando los encarga, ¡anda como los coches! , exacto, me respondió.
Gracias por poner palabras a mis pensamientos. Buena semana😘😘
De todos modos hoy pensaba que lo mismo la gente cree que lo de tener que reservar todo en Madrid, me refería solo al centro pero no es así, en cualquier barrio pasa lo mismo.
Qué razón tienes. Al no poder improvisar perdemos frescura y no hacemos las cosas cuando realmente nos apetece (a veces cuando llega lo planeado ya no te apetece o te da una pereza espantosa porque ese día te apetece otra cosa distinta). Lo más triste es realmente lo que comentas de los amigos: siempre todos tan atareados que verse parece la última prioridad cuándo es lo que más vida nos da y probablemente lo que más necesitamos.
Gracias por compartir tus reflexiones. Me encanta leerte.
Lo de los amigos me alegra compartirlo con más gente. De repente, tenemos miedo de "molestar" a nuestros amigos si aparecemos derepente en sus casas. Joder, de eso se trata, de tener esa confianza
El otro finde me llamó una amiga que estaba por el barrio y se vino a tomar un café a casa, pospuse otros planes que tenía pero me alegré infinito de esa charleta improvisada!
Qué buena reflexión. Yo pienso que ese recelo al improvisar se da un poco más en las ciudades por el modelo de sociedad moderno. Pienso en dos factores:
(1) Nos gusta sentirnos ocupados (busyness), casi como un símbolo de estátus, por lo que reconocer que te puedes tomar un momento ahora (improvisar) pareciera reconocer un “fracaso” de que no estás haciendo algo productivo. Creo que a veces la gente evita improvisar como para decirte: “Cómo se te ocurre, si tengo cosas importantes que hacer.”
(2) Nuestra noción del tiempo como algo que está en permanente planificación. El presente no se disfruta porque parece que es el momento de pensar lo que haremos después. Imposible improvisar en ese estado, pues queremos aprovechar al máximo nuestro tiempo, y sin planificación no es posible.
Así que tu excelente elegía por la improvisación me gusta pensarla como una crítica de la sociedad liberal y no necesariamente de las personas.
Yo soy experta en dejarme ratos de no hacer nada, por eso digo que no a muchísimos compromisos e invitaciones precisamente para poder tener ratos en los que poder hacer lo que quiera o nada. Ayer mismo me pasé la mañana vagueando en mi casa, leyendo, dormitando y poco más. ¿Podía haber improvisado un plan? Si, pero me dediqué a estar conmigo misma...pero sí, estoy de acuerdo en que ahora todo el mundo quiere estar muy ocupado. A lo mejor es porque de manera subsconsciente queremos dar más valor al tiempo que dedicamos a los demás, rollo "a pesar de lo ocupada que estoy, te dedico este tiempo".
Mi texto no era una crítica a las personas, era a la sociedad pero la sociedad no nos ha caído del cielo, la hacemos nosotros.
Totalmente de acuerdo. No somos conscientes de que sí podemos elegir y priorizar, y muchas veces cedemos al hábito colectivo. La mimesis se cuela por todos lados. Saludos desde Chile.
No vivo en Madrid, pero en Segovia las cosas son semejantes. Con el teatro, el único que tenemos desde hace décadas, siempre ha sido un problema. O pillas las entradas cuando comienza la temporada, o ya te puedes ir olvidando de nada que suceda en el teatro (o casi nada, a lo que le sobra entradas suele ser por algo).
Con los restaurantes, yo noté que todo cambió después de la pandemia. Antes del Covid, había algunos restaurantes en los que siempre había que reservar, los más populares, pero había muchos otros en los que de una u otra forma podías terminar cenando. Ahora ya son pocos, y si quieres tener la cena asegurada, lo mejor es reservar.
En lo que sí que discrepo, por suerte, es en lo personal. Yo hago planes, pero suelo tener huecos para poder tomar algo o cenar más o menos con facilidad con cualquier persona de un día para otro. Yo creo que aquí se juntan las necesidades de planificación con las ganas de parar y no hacer nada. Hay gente que vive tan a tope de compromisos que si tiene huecos los quiere disfrutar para no hacer nada. De algún modo era así hace unos años, pero poco a poco he levantado un poco el pie... y ahora vivo más tranquilo. No digo que esto sea lo que todo el mundo busca, pero sin duda mejor para mí .
Ayer fui al teatro en El Escorial, habíamos comprado las entradas a las 2 semanas. En el último momento mi hija quiso apuntarse: no habia entradas. Y así es siempre. Solo recuerdo una ocasión, hace un año, en el que de casualidad vi la crítica de una obra de teatro en el periódico un viernes y conseguí sacar entradas para el domingo. ¡No me lo podía creer!
A mi con los amigos me pasa en Madrid donde todo es más dificil. En Los Molinos sí que me planto en casa de mis amigos sin avisar, en cualquier rato. En las ciudades grandes es más complicado. Yo también intento estar en cuantas menos cosas mejor, estar más tranquila. Cuando veo en redes la cantidad de sararos y cosas que hace la gente me canso solo de pensarlo
Lo del miedo a molestar llamando por teléfono me pasa hace tiempo. Desde que me decido a llamar a una amiga hasta que lo hago pasan días. Cuando lo hago me siento feliz y pienso porque no lo hacemos mas!.
Desde que tenemos WhatsApp parece que las llamadas se reducen a las imprescindibles. Me da tristeza.
Los planes improvisados son los mejores pero que difícil es conseguirlo.
Si. Es curioso como a los que tenemos más años que un bosque no nos daba vergüenza llamar a casa de nuestros amigos cuando iba a cogerte el teléfono su padre y ahora no nos atrevemos. Nos parece que molestamos... y luego, como tu dices, siempre nos alegramos
Valencia está perdiendo su sabor y sitios emblemáticos por franquicias y hoteles con tanto turismo, aunque entiendo que económicamente conviene. Pero el turismo a veces no es todo positivo
Es cierto que cada vez más estamos agendados y que parece que solo en vacaciones podemos improvisar, yo reconozco que la improvisación me suele dar un poco vértigo pero cuando la haces luego es verdad que se disfruta. Dejo dos podcast que he descubierto hoy por la revista we dissent y que son ¿Y donde están las feministas? Habla sobre feminismo y otro es Intersectionality Matters, es en inglés, no lo pillo mucho, es de una abogada. Gracias
Un día más pones palabras a mis pensamientos y una vez más me traes recuerdos de mi niñez. En este caso, mi madre escondiendo algún capricho culinario y diciendo “ni se os ocurra comerlo, es por si hay visita (improvisada)”.
También me pasa que me da pudor llamar sin avisar incluso a mis amigos, de hecho suelo mandar un mensaje antes para avisar y que se lo “agenden”. Y ya el colmo es una conversación mediante mensajes voz en la que el retardo es lo que tardamos en grabar. ¡Coño, llámame!
Yo lo de las conversaciones mediante mensajes de audio no las entiendo, me parecen la cosa menos operativa del mundo y más coñazo. Lo de avisar par que se agenden la llamada me parece otro nivel, yo eso, por ahora, no lo hago.
Voy con retraso con tu newsletter! Yo también añoro los tiempos en los que se podía improvisar en Madrid, me agota tener que planearlo todo tanto porque si no no hay quien vea una exposición o coma en el sitio que te apetece! Y lo de hacer coincidir agendas ya es terrible... voy a ver a quién engaño para hacer más planes Apam!
Totalmente de acuerdo. La semana pasada, casi a punto de ponerme el pijama, escribe una amiga en un chat : nos vemos ? Venga, donde. En casa de.. Pasamos por pizza y la cenamos en tu casa. Vale, perfecto. Se lo digo a mi hija para que se venga conmigo y me contesta.. Ahora? Sin planificar? Pues claro, no siempre hay que planificarlo todo. Menudo rollo, le respondo. Así es.
Yo pensaba que esto era algo cultural, principalmente anglosajón, aunque una amiga de una de las vetustas hispánicas me dijo que cuando se mudó a Barcelona le extrañó que no podias llamar a tus amigos y simplemente quedar si no era "con tres semanas de antelación". A ratos me planteo que sea una cosa generacional: en serio que los adolescentes también hace esto? Y el otro día caí en un artículo de "etiqueta del whastapp".. ahora ya no se puede llamar así "en frío", hay que avisar.
Como voy en bici todos los findes por la ciudad, a veces le he dicho a gente "si paso por tu zona, te doy un toque y si te va bien, tomamos algo; si no puedes, ningún problema". Y ellos: "si me lo dices con unos días de antelación". Pero lo que no entienden es que lo chulo de ir en bici es precisamente la improvisación, que sales y no tienes un plan, ni tienes que llegar a una hora a un sitio. Si "quedo" así, ya es otra cosa... luego acabo pasando por zonas de gente que conozco y no hago eso espontáneo de "hey, bajas?", que hacíamos de adolescentes. El procedimiento sería poner un whastapp para ver si puedo llamar para ver si pueden bajar... en serio: yo me bajo de esta vida...
muxus
di
Es exactamente eso Di. Si te tengo que avisar ya no es improvisado. Lo que mola es eso, "ey, estoy aquí abajo, me invitas a un café". Que si no está pues no pasa nada pero no "avisame"... porque entonces ya es otra cosa.
Lo de los adolescentes voy a preguntárselo a las mías. Ellas suelen saber lo que van a hacer el finde unos días antes pero yo creo que improvisan más, no tienen problema en que alguien les llame y les diga: ¿damos una vuelta?
Mi experiencia con adolescentes es que es todo más improvisado, "hoy sábado me voy al cine" y lo decidieron en clase el viernes... pero pueden tener aún cenas o cosas con los padres q han planeado, por supuesto con semanas.
Hablo con gente cuyos findes me dan horror: en to-dos mil cenas y exposiciones y teatros y quedadas y si tú les dices q no tienes NA-DA (haces esas cosas de vez en cuando) planeado te miran con pena. No se dan cuenta q estos findes han sido "curated" duramente... para esto "hay q valer", q dice un amigo mío :)
Suscribo y sufro todo lo escrito. Nada más que añadir, señoría.
A ver si se nos ocurre algo para cambiarlo
Hasta para comprar un pijama hay que planificarlo.Ayer me dijo el dependiente de la tienda de mi barrio que antes cuando se les acababan, hacían el pedido y al día siguiente se lo servían, ahora la fábrica no tiene stock, lo fabrican casi cuando los encarga, ¡anda como los coches! , exacto, me respondió.
Gracias por poner palabras a mis pensamientos. Buena semana😘😘
Alucino con lo de los pijamas y el stock.
De todos modos hoy pensaba que lo mismo la gente cree que lo de tener que reservar todo en Madrid, me refería solo al centro pero no es así, en cualquier barrio pasa lo mismo.
Qué razón tienes. Al no poder improvisar perdemos frescura y no hacemos las cosas cuando realmente nos apetece (a veces cuando llega lo planeado ya no te apetece o te da una pereza espantosa porque ese día te apetece otra cosa distinta). Lo más triste es realmente lo que comentas de los amigos: siempre todos tan atareados que verse parece la última prioridad cuándo es lo que más vida nos da y probablemente lo que más necesitamos.
Gracias por compartir tus reflexiones. Me encanta leerte.
Lo de los amigos me alegra compartirlo con más gente. De repente, tenemos miedo de "molestar" a nuestros amigos si aparecemos derepente en sus casas. Joder, de eso se trata, de tener esa confianza
El otro finde me llamó una amiga que estaba por el barrio y se vino a tomar un café a casa, pospuse otros planes que tenía pero me alegré infinito de esa charleta improvisada!
Qué buena reflexión. Yo pienso que ese recelo al improvisar se da un poco más en las ciudades por el modelo de sociedad moderno. Pienso en dos factores:
(1) Nos gusta sentirnos ocupados (busyness), casi como un símbolo de estátus, por lo que reconocer que te puedes tomar un momento ahora (improvisar) pareciera reconocer un “fracaso” de que no estás haciendo algo productivo. Creo que a veces la gente evita improvisar como para decirte: “Cómo se te ocurre, si tengo cosas importantes que hacer.”
(2) Nuestra noción del tiempo como algo que está en permanente planificación. El presente no se disfruta porque parece que es el momento de pensar lo que haremos después. Imposible improvisar en ese estado, pues queremos aprovechar al máximo nuestro tiempo, y sin planificación no es posible.
Así que tu excelente elegía por la improvisación me gusta pensarla como una crítica de la sociedad liberal y no necesariamente de las personas.
Hola Daniel:
Yo soy experta en dejarme ratos de no hacer nada, por eso digo que no a muchísimos compromisos e invitaciones precisamente para poder tener ratos en los que poder hacer lo que quiera o nada. Ayer mismo me pasé la mañana vagueando en mi casa, leyendo, dormitando y poco más. ¿Podía haber improvisado un plan? Si, pero me dediqué a estar conmigo misma...pero sí, estoy de acuerdo en que ahora todo el mundo quiere estar muy ocupado. A lo mejor es porque de manera subsconsciente queremos dar más valor al tiempo que dedicamos a los demás, rollo "a pesar de lo ocupada que estoy, te dedico este tiempo".
Mi texto no era una crítica a las personas, era a la sociedad pero la sociedad no nos ha caído del cielo, la hacemos nosotros.
Totalmente de acuerdo. No somos conscientes de que sí podemos elegir y priorizar, y muchas veces cedemos al hábito colectivo. La mimesis se cuela por todos lados. Saludos desde Chile.
No vivo en Madrid, pero en Segovia las cosas son semejantes. Con el teatro, el único que tenemos desde hace décadas, siempre ha sido un problema. O pillas las entradas cuando comienza la temporada, o ya te puedes ir olvidando de nada que suceda en el teatro (o casi nada, a lo que le sobra entradas suele ser por algo).
Con los restaurantes, yo noté que todo cambió después de la pandemia. Antes del Covid, había algunos restaurantes en los que siempre había que reservar, los más populares, pero había muchos otros en los que de una u otra forma podías terminar cenando. Ahora ya son pocos, y si quieres tener la cena asegurada, lo mejor es reservar.
En lo que sí que discrepo, por suerte, es en lo personal. Yo hago planes, pero suelo tener huecos para poder tomar algo o cenar más o menos con facilidad con cualquier persona de un día para otro. Yo creo que aquí se juntan las necesidades de planificación con las ganas de parar y no hacer nada. Hay gente que vive tan a tope de compromisos que si tiene huecos los quiere disfrutar para no hacer nada. De algún modo era así hace unos años, pero poco a poco he levantado un poco el pie... y ahora vivo más tranquilo. No digo que esto sea lo que todo el mundo busca, pero sin duda mejor para mí .
Gracias por esta reflexión!
Hola Miguel:
Ayer fui al teatro en El Escorial, habíamos comprado las entradas a las 2 semanas. En el último momento mi hija quiso apuntarse: no habia entradas. Y así es siempre. Solo recuerdo una ocasión, hace un año, en el que de casualidad vi la crítica de una obra de teatro en el periódico un viernes y conseguí sacar entradas para el domingo. ¡No me lo podía creer!
A mi con los amigos me pasa en Madrid donde todo es más dificil. En Los Molinos sí que me planto en casa de mis amigos sin avisar, en cualquier rato. En las ciudades grandes es más complicado. Yo también intento estar en cuantas menos cosas mejor, estar más tranquila. Cuando veo en redes la cantidad de sararos y cosas que hace la gente me canso solo de pensarlo
Lo del miedo a molestar llamando por teléfono me pasa hace tiempo. Desde que me decido a llamar a una amiga hasta que lo hago pasan días. Cuando lo hago me siento feliz y pienso porque no lo hacemos mas!.
Desde que tenemos WhatsApp parece que las llamadas se reducen a las imprescindibles. Me da tristeza.
Los planes improvisados son los mejores pero que difícil es conseguirlo.
Si. Es curioso como a los que tenemos más años que un bosque no nos daba vergüenza llamar a casa de nuestros amigos cuando iba a cogerte el teléfono su padre y ahora no nos atrevemos. Nos parece que molestamos... y luego, como tu dices, siempre nos alegramos
Buenos días, la verdad es que los que vivimos en ciudades pequeñas somos muy afortunados. Aún existe la improvisación
Pero todo llegará... Pero sí, sois afortunados
Lo mejores planes y las mejores situaciones se han dado sin planificar
Amén
Valencia está perdiendo su sabor y sitios emblemáticos por franquicias y hoteles con tanto turismo, aunque entiendo que económicamente conviene. Pero el turismo a veces no es todo positivo
Eso está pasando en todas partes. Es un drama...pero luego todos somos turistas
Es cierto que cada vez más estamos agendados y que parece que solo en vacaciones podemos improvisar, yo reconozco que la improvisación me suele dar un poco vértigo pero cuando la haces luego es verdad que se disfruta. Dejo dos podcast que he descubierto hoy por la revista we dissent y que son ¿Y donde están las feministas? Habla sobre feminismo y otro es Intersectionality Matters, es en inglés, no lo pillo mucho, es de una abogada. Gracias
Gracias por los podcasts! Los miraré.
Parece que me estáis leyendo el pensamiento, yo vivo en Alemania y aquí tienes que planearlo todo.
¿Más que en España? Yo creo que en eso ya estamos igualados
Buenos días:
Un día más pones palabras a mis pensamientos y una vez más me traes recuerdos de mi niñez. En este caso, mi madre escondiendo algún capricho culinario y diciendo “ni se os ocurra comerlo, es por si hay visita (improvisada)”.
También me pasa que me da pudor llamar sin avisar incluso a mis amigos, de hecho suelo mandar un mensaje antes para avisar y que se lo “agenden”. Y ya el colmo es una conversación mediante mensajes voz en la que el retardo es lo que tardamos en grabar. ¡Coño, llámame!
Buena semana a todos.
Yo lo de las conversaciones mediante mensajes de audio no las entiendo, me parecen la cosa menos operativa del mundo y más coñazo. Lo de avisar par que se agenden la llamada me parece otro nivel, yo eso, por ahora, no lo hago.
En las ciudades pequeñas no pasa tanto eso. Y es un gusto.
Las ciudades pequeñas son un gusto. También es verdad que cuando más pequeño es elespacio más fácil es improvisar