Leyendo tu interminable lista de cosas que ya no serás, yo que te saco unos años si te puedo asegurar, que aunque haya cosas de las que no puedo saber si serás ó no serás, si sé que la vida, para bien ó para mal, te sorprende y te lleva a sitios donde pensaste que no irías nunca.
Yo, por mi parte, tengo interiorizado que nunca correré una maratón ni tendré hijos. También sé que no me casaré, por mucho que gente de mi entorno me diga a menudo que "yo qué sabré".
Pero por otro lado, el abanico de posibilidades de todo lo que aún puedo ser (o puedo hacer) me parece enorme. Tanto como para que no sepa enumerar la cantidad de vidas que me haría falta. Y con eso me basta :).
Eso es. Hay muchas cosas que puedes hacer y lo mejor es que llegamos a una edad en la que sabes que hay también muchas de esas que no harás y no pasa nada. Lo de correr una marathon, lo mismo te da la vena cuando tengas 60 de hacer una de veteranos :) Intentaré disuadirte.
Siempre me encanta leerte pero hoy más. Muy identificada con lo que dices. Al final se trata de estar bien y en paz con el punto donde estás y en seguir teniendo ilusión con.cosas que son posible. Y sobre todo no compararse con la vida de los demás
Me ha encantado. No hay nada más tranquilizador que estar en paz con lo que uno es, y punto, sin milongas. Mi madre me decía hace poco que no sabe como antes podía preocuparse de llevar los complementos a juego con la ropa, que ahora le da absolutamente igual. Me ha recordado a ella esta lectura.
Eso también lo pienso yo. Cuando empecé a trabajar llevaba traje de chaqueta y tacones... y cambiaba de bolso. Ahora voy en zapatillas, llevo una mochila que ni en el colegio y lno tengo ni un solo traje de chaqueta en el armario. En el último año, además, es que ni me fijo en las tiendas...me da tann igual. Es eso, paz con lo que uno es y ha llegado a ser.
Gracias, Molinos. Has descrito con pelos y señales algunas de mis aspiraciones de hace años (no era ser madre de familia numerosa o escribir el libro de recetas). Y tienes razón: para algunas de ellas como el interrail o irse de Erasmus ya pasó la fecha. Pero en cierto modo, hay una parte de mí que las sigue soñando, como si me hubiera quedado anclada en el tiempo y aun fuera posible.
Da cierto vértigo admitir todas esas cosas que no serán. Supongo que lo mejor es centrarse en las que sí podremos ser.
De todos modos Isabel hay que pensar que esas cosas que no fueron, no fueron porque en su momento o no quisimos o no pudimos... al menos la mayoria. No es que las dejáramos pasar, es que optamos por otras quepor conocidas y habituales nos parecen menos acertadas ahora. Pero no lo fue en su momento.
Volver a empezar acercándome a los 50 es complicado y lleva a pensar en todo lo que no hice por un motivo u otro. Echar la culpa al señor con el que estuve mis últimos 14 años y que me dio lo mejor de mi vida, mi hija, sería muy fácil, pero no del todo cierto. Debería haber sido más lista y no acomodarme, podría haber huido antes para hacer todo lo que me nacía y ya es tarde. No seré todo lo que me gustaría haber sido, pero trataré de ser lo que aún deseo. Para algunas cosas nunca es tarde...
¡Bego, no es tarde! Te queda mucho y tienes que pensar que te has dado cuenta a tiempo, peor sería haber seguido acomodada hasta los 60... ya verás como te va genial. Ya no podrás ser trapecista pero seguro que hay cosas que están ahí pendientes y que puedes intentar, para descubrir que te encantan o que no te gustan...
Buenos días, como dices en Instagram, no paras de acertar. Me ha gustado mucho el post, deja ese parón , donde reflexionar que no seré y estar contento con lo que soy. Está semana en terapia me decía la psicóloga, si crees que aquí vas a cambiar, olvídate, aquí vamos a trabajar que como eres , vivas feliz y contento. Soy esto y que bien lo que soy , con mi cara A, con mi cara B y un montón de canciones para crear, para permanecer y para ser feliz,.
Con respecto a lo del New Yorker, a Gabriel García Márquez le rechazaron un artículo un poco antes de recibir el Nobel. Deben tener estándares demasiado altos, de modo que piensa "ellos se lo pierden".
Jajajaja, gracias Carmen. La verdad es que ni siquiera lo he intentado... a lo mejor estoy a tiempo de que me acepten un artículo si me lo propongo pero no creo que lo haga porque son todo piezas larguísimas y me da mucha pereza... Un abrazo y gracias.
Es como si te hubieras metido en mi cabeza y en mi corazón y escribieras mi vida. Increíble. Tal cual. Eso sí, yo hice la beca de Bruselas, de rebote, pero la hice. ¡Y me bebí todas las birras de Bruselas! Eres una cronista fantástica. Es sí. A tus pies.
Gracias, Nayra. No es que me haya metido en tu cabeza, esto no es Black Mirror, es que en el fondo todos nos parecemos mucho. Bien por ti y por tu beca... yo me lo perdí, de eso sí que me arrepiento pero bueno, mírame ahora, viajando cada dos por tres a Bruselas por trabajo... lo mismo todavía acabo trabjando allí. Y aprendo a llevar camisas blancas impecables.
“Tampoco nunca más tendré miedo de estar perdiéndome algo fundamental para mi existencia cuando diga que no a un plan porque lo que quiero es quedarme en casa sin hacer nada más que estar en casa” Gran verdad donde las haya, perdemos la vergüenza a decir que no y tan a gusto. Elegir para mi ahora es prioridad. Buen descanso, buena lluvia.
Yo no descartaría algunas de las cosas que cuentas. El acercarme a los cincuenta me alegra porque estoy mejor de lo que nunca pensé que estaría al llegara a ser una señora de mediana edad y me asusta porque pienso que esto se empieza a acabar y no tendré tiempo de hacer miles de esas cosas que fui postergando. Admiro a todos aquellos que empiezan nuevos proyectos propios de edades más tempranas y que son capaces de terminarlos, eso me hace perder un poco ese miedo que he adosado.
Hola Ana. Hay algunas cosas de las que descarto que por tiempo serían posibles pero por voluntad, ganas y oportunidad las veo altamente improbables rozando la imposibilidad. Yo no tengo tantas cosas que no he hecho. La principal es tener mi propia casa en Los Molinos y es algo que espero conseguir en los próximos años, será tarde pero será... fuera de eso creo que lo único que no he conseguido es vivir en el extranjero o jubilarme pronto. Hoy pensaba en el coche queuna cosa que me encantaria, hacer un retiro de escritores durante un mes en algún sitio es algo que todavía puedo hacer y además lo haría sin presión por convertirme en algo de éxito, solo por el placer de la experiencia.
Hola,
Leyendo tu interminable lista de cosas que ya no serás, yo que te saco unos años si te puedo asegurar, que aunque haya cosas de las que no puedo saber si serás ó no serás, si sé que la vida, para bien ó para mal, te sorprende y te lleva a sitios donde pensaste que no irías nunca.
Mercedes
Llego tarde a leer esto, pero me ha encantado.
Yo, por mi parte, tengo interiorizado que nunca correré una maratón ni tendré hijos. También sé que no me casaré, por mucho que gente de mi entorno me diga a menudo que "yo qué sabré".
Pero por otro lado, el abanico de posibilidades de todo lo que aún puedo ser (o puedo hacer) me parece enorme. Tanto como para que no sepa enumerar la cantidad de vidas que me haría falta. Y con eso me basta :).
Eso es. Hay muchas cosas que puedes hacer y lo mejor es que llegamos a una edad en la que sabes que hay también muchas de esas que no harás y no pasa nada. Lo de correr una marathon, lo mismo te da la vena cuando tengas 60 de hacer una de veteranos :) Intentaré disuadirte.
Intentaré evitar que tengas que disuadirme ;)
Mi madre se va de Erasmus a Italia con 64 años, así que hay cosas que aún hay tiempo, claro que si. !!
Siempre me encanta leerte pero hoy más. Muy identificada con lo que dices. Al final se trata de estar bien y en paz con el punto donde estás y en seguir teniendo ilusión con.cosas que son posible. Y sobre todo no compararse con la vida de los demás
Me ha encantado. No hay nada más tranquilizador que estar en paz con lo que uno es, y punto, sin milongas. Mi madre me decía hace poco que no sabe como antes podía preocuparse de llevar los complementos a juego con la ropa, que ahora le da absolutamente igual. Me ha recordado a ella esta lectura.
Eso también lo pienso yo. Cuando empecé a trabajar llevaba traje de chaqueta y tacones... y cambiaba de bolso. Ahora voy en zapatillas, llevo una mochila que ni en el colegio y lno tengo ni un solo traje de chaqueta en el armario. En el último año, además, es que ni me fijo en las tiendas...me da tann igual. Es eso, paz con lo que uno es y ha llegado a ser.
Me encanta "Soy una persona que, un sábado por la mañana, hace recados y escribe". Ole tú
Abuela joven aún puedes serlo. Ser abuela con 60 es serlo joven. Aún te cogerá trabajando...
Gracias, me identifico ❤️
Gracias, María.
Gracias, Molinos. Has descrito con pelos y señales algunas de mis aspiraciones de hace años (no era ser madre de familia numerosa o escribir el libro de recetas). Y tienes razón: para algunas de ellas como el interrail o irse de Erasmus ya pasó la fecha. Pero en cierto modo, hay una parte de mí que las sigue soñando, como si me hubiera quedado anclada en el tiempo y aun fuera posible.
Da cierto vértigo admitir todas esas cosas que no serán. Supongo que lo mejor es centrarse en las que sí podremos ser.
¡Gracias¡
De todos modos Isabel hay que pensar que esas cosas que no fueron, no fueron porque en su momento o no quisimos o no pudimos... al menos la mayoria. No es que las dejáramos pasar, es que optamos por otras quepor conocidas y habituales nos parecen menos acertadas ahora. Pero no lo fue en su momento.
Y todavia queda tiempo.. Un abrazo
Volver a empezar acercándome a los 50 es complicado y lleva a pensar en todo lo que no hice por un motivo u otro. Echar la culpa al señor con el que estuve mis últimos 14 años y que me dio lo mejor de mi vida, mi hija, sería muy fácil, pero no del todo cierto. Debería haber sido más lista y no acomodarme, podría haber huido antes para hacer todo lo que me nacía y ya es tarde. No seré todo lo que me gustaría haber sido, pero trataré de ser lo que aún deseo. Para algunas cosas nunca es tarde...
¡Bego, no es tarde! Te queda mucho y tienes que pensar que te has dado cuenta a tiempo, peor sería haber seguido acomodada hasta los 60... ya verás como te va genial. Ya no podrás ser trapecista pero seguro que hay cosas que están ahí pendientes y que puedes intentar, para descubrir que te encantan o que no te gustan...
Buenos días, como dices en Instagram, no paras de acertar. Me ha gustado mucho el post, deja ese parón , donde reflexionar que no seré y estar contento con lo que soy. Está semana en terapia me decía la psicóloga, si crees que aquí vas a cambiar, olvídate, aquí vamos a trabajar que como eres , vivas feliz y contento. Soy esto y que bien lo que soy , con mi cara A, con mi cara B y un montón de canciones para crear, para permanecer y para ser feliz,.
Jesús Mari, vamos a tener que invitar a tu terapeuta a esta newsletter.
😊
Pues con esta lectura, Molinos, yo me hago suscriptora que te paga, para que puedas seguir siendo quien eres y comprar harina no caducada.
(Yo tampoco seré abuela joven y también he cerrado muchas puertas con las que me estoy reconciliando a punto de llegar a los 50).
Mil milones de gracias, Teresa... que ilusión.
Los 50 son geniales...ya lo verás.
Con respecto a lo del New Yorker, a Gabriel García Márquez le rechazaron un artículo un poco antes de recibir el Nobel. Deben tener estándares demasiado altos, de modo que piensa "ellos se lo pierden".
Jajajaja, gracias Carmen. La verdad es que ni siquiera lo he intentado... a lo mejor estoy a tiempo de que me acepten un artículo si me lo propongo pero no creo que lo haga porque son todo piezas larguísimas y me da mucha pereza... Un abrazo y gracias.
Es como si te hubieras metido en mi cabeza y en mi corazón y escribieras mi vida. Increíble. Tal cual. Eso sí, yo hice la beca de Bruselas, de rebote, pero la hice. ¡Y me bebí todas las birras de Bruselas! Eres una cronista fantástica. Es sí. A tus pies.
Gracias, Nayra. No es que me haya metido en tu cabeza, esto no es Black Mirror, es que en el fondo todos nos parecemos mucho. Bien por ti y por tu beca... yo me lo perdí, de eso sí que me arrepiento pero bueno, mírame ahora, viajando cada dos por tres a Bruselas por trabajo... lo mismo todavía acabo trabjando allí. Y aprendo a llevar camisas blancas impecables.
“Tampoco nunca más tendré miedo de estar perdiéndome algo fundamental para mi existencia cuando diga que no a un plan porque lo que quiero es quedarme en casa sin hacer nada más que estar en casa” Gran verdad donde las haya, perdemos la vergüenza a decir que no y tan a gusto. Elegir para mi ahora es prioridad. Buen descanso, buena lluvia.
Eso es, aprender a decir no y quedarte tan feliz... eso te enseña la vida y nadie te avisa.
Aquíe stoy viendo llover y salir el sol alternativamente mientas contesto a los comentarios y me tomo un te. Maravilla.
Querida Ana:
Yo no descartaría algunas de las cosas que cuentas. El acercarme a los cincuenta me alegra porque estoy mejor de lo que nunca pensé que estaría al llegara a ser una señora de mediana edad y me asusta porque pienso que esto se empieza a acabar y no tendré tiempo de hacer miles de esas cosas que fui postergando. Admiro a todos aquellos que empiezan nuevos proyectos propios de edades más tempranas y que son capaces de terminarlos, eso me hace perder un poco ese miedo que he adosado.
Feliz semana para todos, Ana.
Hola Ana. Hay algunas cosas de las que descarto que por tiempo serían posibles pero por voluntad, ganas y oportunidad las veo altamente improbables rozando la imposibilidad. Yo no tengo tantas cosas que no he hecho. La principal es tener mi propia casa en Los Molinos y es algo que espero conseguir en los próximos años, será tarde pero será... fuera de eso creo que lo único que no he conseguido es vivir en el extranjero o jubilarme pronto. Hoy pensaba en el coche queuna cosa que me encantaria, hacer un retiro de escritores durante un mes en algún sitio es algo que todavía puedo hacer y además lo haría sin presión por convertirme en algo de éxito, solo por el placer de la experiencia.