Yo pienso que no caerá en saco roto. Si algo aflora es porque en su momento se sembró. Y las flores, en ocasiones, aparecen de repente.
Yo pasé los veranos abandonado en el pueblo con mis abuelos. Fue un disfrute constante. Salir de casa a las 10 con la bici, regresar a comer y volver a marchar hasta la hora de la cena. Día sí y día también.
Cuando tuve edad de trabajar cambié mi bici por el coche de mi abuelo y el tiempo libre lo llené de trabajo.
Y ahora, desde hace años, reservo entre quince y veinte días para volver y reencontrarme con mis amigos y con la intención de que mis hijas tengan un verdadero recuerdo de verano de piscina, escondites, bicicletas y verbenas.
Q disfrute leerte, casi q he podido, durante unos minutos, transladarme a tu casa y he sentido esas sensaciones. Experimento eso mismo, q tu cuentas tan bien, en mi casa junto al mar y sueño con ese "verano franquista" que este año no va a tocar, pero de alguna forma lo vivo cada fin de semana q mi casa me arropa y me da la bienvenida nada más pisar las escaleras.
Tener una casa alejada de la ciudad en la que refugiarme en verano, sería el primer deseo que le pediría al genio de la lámpara sin dudar ni un momento. Un refugio donde recordar mi infancia y crear nuevos recuerdos. Esa paz que tanto echo de menos. Disfrútalo como tú sabes, Ana, es un regalo de valor incalculable.
Qué bonito.. Y cómo te entiendo. Vivo cerca de Los Molinos todo el año.. Los rituales del verano ( aunque no crecí aquí), la sencillez de los días. Anoche fue el primer día que olí a jazmín. Espero que mi hija lo aprecie cuando sea mayor. Ayer me dijo que le gustaba su casa.
Tengo el mismo sentimiento sobre mayo y junio - una buena amiga lo llamaba ‘june meltdown’. Yo no tengo esa casa a la que volver pero sí tengo objetos que me recuerdan a ese lugar seguro al que volver. Había perdido la capacidad de rememorar esos momentos y lugares seguros pero estoy volviendo a ser capaz de revivirlos. Y me pasa lo mismo con mis hijas. Quieren Madrid, aquí está su realidad. Gracias por inspirarme siempre.
June Meltdown me encanta. Yo ahora que mis hijas ya no van al colegio es otra sensación pero son meses agotadores... estar aquí me da fuerzas para aguantarlo.
Buen día, la frase donde hablas del tiempo infinito y ya no es tanto me encanta, resume y dice tantas cosas. En cuanto lo que trasmitimos a nuestras criaturas yo en mi experiencia creo que se van quedando cosas en ellas, yo sigo conservando costumbres de mi padre y mi madre y a los míos les veo que hacen cosas que yo y su ama hacemos. Y eso es la familia, con todo lo que conlleva
Los perros? 😍
Que gozada... :)
Yo pienso que no caerá en saco roto. Si algo aflora es porque en su momento se sembró. Y las flores, en ocasiones, aparecen de repente.
Yo pasé los veranos abandonado en el pueblo con mis abuelos. Fue un disfrute constante. Salir de casa a las 10 con la bici, regresar a comer y volver a marchar hasta la hora de la cena. Día sí y día también.
Cuando tuve edad de trabajar cambié mi bici por el coche de mi abuelo y el tiempo libre lo llené de trabajo.
Y ahora, desde hace años, reservo entre quince y veinte días para volver y reencontrarme con mis amigos y con la intención de que mis hijas tengan un verdadero recuerdo de verano de piscina, escondites, bicicletas y verbenas.
Eso espero, Rafa, que en algún momento lo vean y lo aprecien. Y enhorabuena por tus 15 o 20 días de vuelta a tu infancia.
Leerte es siempre un soplo de calma.
Gracias, Marta
Q disfrute leerte, casi q he podido, durante unos minutos, transladarme a tu casa y he sentido esas sensaciones. Experimento eso mismo, q tu cuentas tan bien, en mi casa junto al mar y sueño con ese "verano franquista" que este año no va a tocar, pero de alguna forma lo vivo cada fin de semana q mi casa me arropa y me da la bienvenida nada más pisar las escaleras.
Yo me aferro al veraneo franquista con uñas y dientes... aquí estoy, atrincherada hasta el 1 de octubre.
Suerte que tienes ese lugar de recreo para huir de Madrid! Y ya verás que tus hijas lo valorarán cuando sean un poco más mayores 😉
Eso espero!
Tener una casa alejada de la ciudad en la que refugiarme en verano, sería el primer deseo que le pediría al genio de la lámpara sin dudar ni un momento. Un refugio donde recordar mi infancia y crear nuevos recuerdos. Esa paz que tanto echo de menos. Disfrútalo como tú sabes, Ana, es un regalo de valor incalculable.
Eso hago Cris, paladearlo cada momento, cada mañana cuando me levanto y me voy a trabajar y cada tarde noche cuando llego a esta calma.
Qué bonito.. Y cómo te entiendo. Vivo cerca de Los Molinos todo el año.. Los rituales del verano ( aunque no crecí aquí), la sencillez de los días. Anoche fue el primer día que olí a jazmín. Espero que mi hija lo aprecie cuando sea mayor. Ayer me dijo que le gustaba su casa.
Escribo de noche, desde el porche, y huele a jazmín.... primera noche de verano. Aunque prefiero siempre el invierno.
Tengo el mismo sentimiento sobre mayo y junio - una buena amiga lo llamaba ‘june meltdown’. Yo no tengo esa casa a la que volver pero sí tengo objetos que me recuerdan a ese lugar seguro al que volver. Había perdido la capacidad de rememorar esos momentos y lugares seguros pero estoy volviendo a ser capaz de revivirlos. Y me pasa lo mismo con mis hijas. Quieren Madrid, aquí está su realidad. Gracias por inspirarme siempre.
June Meltdown me encanta. Yo ahora que mis hijas ya no van al colegio es otra sensación pero son meses agotadores... estar aquí me da fuerzas para aguantarlo.
Buen día, la frase donde hablas del tiempo infinito y ya no es tanto me encanta, resume y dice tantas cosas. En cuanto lo que trasmitimos a nuestras criaturas yo en mi experiencia creo que se van quedando cosas en ellas, yo sigo conservando costumbres de mi padre y mi madre y a los míos les veo que hacen cosas que yo y su ama hacemos. Y eso es la familia, con todo lo que conlleva
Eso espero Jesús Mari que algo les quede porque por otro lado les encantan sus rutinas y tradiciones.