Francia no se acaba nunca

La maravillosa casa y un montón de recomendaciones variadas

Hace diez años Juan y yo hicimos nuestro primer viaje a Francia juntos. Bueno, fue el segundo porque en julio de 1996 ya habíamos pasado quince días en París, pero en 2014 comenzó nuestro idilio con el país vecino que, diez años después, no sólo no ha terminado sino que es cada vez más sólido. El plan primigenio este año era ir a Bretaña, una zona que no conocemos, pero por circunstancias empezamos a prepararlo un poco tarde y las casas eran muy caras, no nos convencían y yo, además, estaba agotada y pensar en conducir tanto nos dio mucha pereza. Me dediqué entonces a brujulear por internet buscando casas que bonitas en lugares en los que ya habíamos estado pero que nos apetecía repetir.

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